jueves, 21 de enero de 2016

Koparen bila? En defensa de Gorka... y de la Copa.

Cuando yo era niño, me gustaba jugar de portero. Me gustaba pensar que yo era, en última instancia, el responsable último de que el equipo rival no le marcara ningún gol a nuestro equipo. Como es de suponer, la diversión no estaba sólo en que mi portería se quedara a cero, sino en hacer muchas y buenas paradas. Eso era más importante que ganar o perder, y era de eso, precisamente, de lo que hablaba con mis compañeros después de los partidos: de éste o aquel balón que había rozado con la punta de los dedos, del penalty que casi llego a detener, de la estirada que había evitado un gol en el último minuto... Éramos niños y jugábamos al fútbol en su modalidad más auténtica y esencial, más pura y más sincera: la del fútbol como juego y como deporte, sin más. Sin espectáculo y sin negocio, sólo fútbol.

Hoy día, en el fútbol profesional, tan alejado del fútbol elemental al que jugábamos de niños, se concede un trofeo al portero que menos goles ha encajado a lo largo de una competición. Al contrario que hacíamos cuando éramos pequeños, las paradas que haya hecho o la dificultad de las mismas no parecen tener ningún valor. Y aquí nos encontramos con una más de las muchas contradicciones que hay en este fútbol moderno que nos ha tocado sufrir (y disfrutar): normalmente, el portero que menos goles encaja es también el que menos disparos a puerta recibe. Es decir, el trofeo al portero menos goleado se suele conceder al portero que juega detrás de la mejor defensa. Dicho de otro modo: premiamos al portero que menos méritos ha hecho para recibir un premio.

A la hora de evitar un gol entran en juego varios factores. El 80% de esos factores depende de la capacidad del equipo para minimizar el número de ocasiones del conjunto rival: si no dejamos que el contrario llegue a nuestra área y tire a puerta, es complicado que puedan hacernos un gol. Después hay un 5-10% que se reparte entre el acierto del rival, la suerte o las decisiones del árbitro. Y al final nos queda un 10% que sería, apróximadamente, el porcentaje que corresponde a la responsabilidad directa del portero. Esto quiere decir que un portero que no sea del todo malo, detrás de una buena defensa, puede aspirar al título de ser el portero menos goleado.

El Athletic, todos lo saben, es una fantástica excepción en el fútbol mundial. No hay ningún equipo en el mundo que se pueda comparar con nuestra filosofía o con nuestros valores. Somos distintos y eso nos hace grandes. Muy grandes. Un modelo para muchos y un ejemplo para mucho. Pero, claro, ser distintos no implica que nos podamos mantener al margen de todas las grandes incoherencias que, hoy por hoy, desvirtúan la esencia de lo que debiera ser el fútbol.

De un tiempo a esta parte, hemos empezado a juzgar a nuestros porteros según la cuestionable lógica del trofeo Zamora: si nos meten muchos goles será porque nuestro guardameta es muy malo. Un juicio demasiado generalista en el que pasamos por alto algunos de los detalles que realmente son determinantes a la hora de valorar a un futbolista. Hay datos que demuestran que Gorka es, ha sido y lo seguirá siendo por un tiempo, uno de los mejores porteros de nuestra Liga. Y, cómo no, el portero incuestionable para el Athletic. Hgamos un poco de memoria...

-Temporada 2013-2014. Gorka es el portero que para más balones en todas las grandes ligas europeas. Además, con bastante diferencia entre él y los demás guardametas. http://www.marca.com/2013/03/12/futbol/equipos/athletic/1363083477.html

-Temporada 2014-2015. Gorka es el quinto portero de la Liga que hace más paradas, por delante de los porteros de Barça, Real Madrid, Atlético de Madrid, Valencia o Sevilla. http://resultados.as.com/resultados/futbol/primera/2014_2015/ranking/jugadores/paradas/

-Temporada 2015-2016. En lo que llevamos de temporada, Gorka es el 12º portero que más paradas hace en Liga, por delante de Bravo (FC Barcelona) y Oblak (At. Madrid) y a una sola parada de Keylor Navas (Real Madrid). http://resultados.as.com/resultados/futbol/primera/2015_2016/ranking/jugadores/paradas/

Resumiendo, Gorka no es malo aun cuando nuestro equipo sea un coladero. Defendemos mal, nos desorganizamos rápido, nos falta carácter y somos demasiado blanditos para ser el Athletic. Pero... preferimos decir que Gorka es malo.

El pasado domingo (17 de Enero), en el 6-0 contra el Barça, se criticó mucho a Gorka por el penalty y la expulsión antes de que hubieran transcurrido los cinco primeros minutos de partido. Que si Gorka es un paquete, que si está empanado, que si no protesta, que si esto y que si lo otro. Pero lo cierto es que, con el reglamento en la mano, lo del otro día no fue ni penalty ni expulsión, ya que previamente hubo una clarísima falta de Luís Suárez sobre Etxeita que el árbitro y el linier decidieron no señalar. Falta y tarjeta, las dos cosas. Por lo tanto, cualquier incidencia que pasara después debió quedar invalidada por la infracción previa del delantero azulgrana.

Anoche (miércoles 20 de Enero), como viene siendo habitual en los partidos de Copa, Herrerín se puso en la portería mientras Gorka se quedaba en el banquillo. Entiendo que haya equipos que jueguen con un portero para la Liga y otro portero para la Copa, pero en el caso del Athletic... es tan incomprensible como preocupante. Todos sabemos la importancia que tiene la Copa para nuestra afición. Es un título al que queremos aspirar cada año y, probablemente, el único título "mayor" en el que tenemos alguna aspiración real de ganar. Si esto es así (que lo es, nadie lo duda), ¿no tendríamos que jugar cada partido de Copa con nuestros mejores futbolistas? Incluyendo al portero, claro está. Y entre Gorka y Herrerín, aunque las comparaciones sean odiosas, no hay color... Iago es un tío que cae bien, es valiente en el campo y es capaz de parar balones difíciles. La temporada pasada hizo algunos buenos partidos. Pero Gorka es, en conjunto, un portero más completo y más seguro que Herrerín. Se coloca mejor en la portería, sale mejor en los balones aéreos, cubre la portería mejor en el uno contra uno... Entre los dos porteros que tiene el Athletic, está claro que el mejor es Gorka. Por lo tanto, si Gorka no está lesionado ni sancionado, lo más lógico y coherente sería que jugara él todos los partidos. Si tuviéramos dos buenos porteros... todavía podríamos jugar una competición con cada uno de ellos, pero éste no es el caso.

La derrota de anoche por 1-2 contra el Barça, que acarreará la casi segura eliminación del Athletic en la Copa, no fue sólo culpa del portero, obviamente. Pero sí es cierto que los dos goles barcelonistas llegaron por sendos errores de nuestra defensa. Fueron dos regalos que se podrían haber evitado con una defensa más sólida y organizada. En el primero, tal vez, Herrerín no pudo hacer mucho más. Pero en el segundo... ¡joder, es que el segundo se lo puso en bandeja al rival! Salió cuando no tenía que salir y, encima, salió mal. Algo que ya ha hecho muchas otras veces... Demasiado fácil se lo ponemos al Barça si nuestro portero hace lo que Herrerín hizo anoche en el segundo gol.

Sinceramente, lo de anoche fue decepcionante. Un partido para olvidar. Hubo momentos en los que jugamos bastante bien, pero lo hicimos fatal cuando era más importante. El próximo miércoles se jugará el partido de vuelta y, aunque es muy poco probable que nuestro equipo pueda pasar a la semifinal, alguna posibilidad hay de que remontemos la eliminatoria. Sólo espero que no estemos tan dadivosos y no le regalemos ningún gol más al Barça, que nuestros delanteros estén un poco más acertados y que juguemos con nuestro mejor portero.

Si queremos la Copa, tendremos que pelearla. Si la Copa es lo más importante, tendremos que demostrarlo sobre el campo. Dejemos las rotaciones para el voley y salgamos a jugar con lo mejor que tenemos. Si te pones a pensarlo, tampoco hay tanto equipo como para darle muchas vueltas al banquillo. ¡Ay, Athletic...! Tan distintos somos que hasta en eso nos queremos parecer a los demás.



 

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